un objeto, una historia: ashanti ebano

Las muñecas ashanti son un objeto tradicional africano, aunque también se han popularizado para los turistas. Todas son diferentes, pero tienen características comunes: la esquematización del cuerpo, en él que en la mayor parte de las veces las piernas desaparecen y se convierten en una columna única y en otras se representan someramente, los brazos aparecen solo en esbozo, sin articulaciones, formando una cruz. La forma del rostro redonda y con una gran frente oval, que en el canon africano de belleza ashanti se considera muy hermosa, por lo que las madres masajean cuidadosamente la frente de sus bebés. Frente alta, ojos pequeños y el cuello con anillas, representando los pliegues grasos, reflejo de una alimentación rica y abundante. En ocasiones las muñecas llevan incrustaciones de hueso en la frente a modo de decoración o adorno. La cabeza suele estar ligeramente inclinada hacia atrás, su forma permite llevarlas entre el cuerpo y el ropaje, a las espaldas, como las africanas llevan a sus niños.
Las muñecas ashanti suelen estar realizadas en madera de ébano como en las fotografias o en cualquier otra madera, que se tiñe de negro o incluso en metal y tienen un enorme valor simbólico, como portadoras de felicidad, fortuna, fertilidad. Las madres las llevan en sus espaldas a modo de fetiche como si fueran niños reales, propiciando la fertilidad y el alumbramiento de un bebé sano y bello. El óvalo facial redondo puede simbolizar el vientre de la mujer embarazada. Cuando el bebé nace, la muñeca se le da a la niña para que aprenda a cuidar a un bebé, se la viste, se la adorna con collares, se la acuesta como a un niño real, a veces la muñeca forma parte del altar doméstico.

Las muñecas ashanti o muñecas "akwua" son un fetiche muy extendido en muchos lugares de Africa, no obstante su origen se encuentra en el pueblo ashanti, étnia de Ghana, perteneciente al grupo Akan. Se cuenta que a una mujer llamada Akua que era esteril, un brujo de la tribu le dijo que hiciera un muñeco de leña y que lo cuidara como a uno real, ella lo hizo aunque todos la creyeron loca y luego alumbró un niño hermoso y sano, de ahí la tradición.